Y como no sé por dónde empezar, voy a copiar el modelo planetil de contar "Un buen día" de la vida trinitense (aunque en el estado en que estoy pegaría más unas "Alegrías del incendio"...
Me he levantado casi a las 7 y no me he quedado en la cama ni un cuarto de hora, y ha merecido la pena, porque había quedado con Diego (mi Cicerón colombiano) para hacer mi primera visita a la capital, Puerto España. ¿Y cómo es este curioso lugar? Para qué engañarse, es la ciudad más fea, cutre y caótica que he visto en mi vida (hasta ahora el récord lo ostentaba Charleroi, pero ahora en el Caribe se prevee mucha más competencia) o, como diría una guía de turismo, es una joya escondida que aún espera a ser descubierta (es decir, ni Dios la visita, y eso que aquí hay al menos tres dioses de los potentes: Dios, Alá y el señor hindú cuyo nombre desconozco a ver si va a ser el elefante).
Quiero decir, es verdad que para un europeo la ciudad resulta muy chocante, y realmente fea, pero, aunque no podamos quitarnos nuestros prejuicios, y por eso hay que ser sincero (detesto tanto al turista superficial como al que pretende hacerse pasar por nativo), también es cierto que uno va con la mente abierta y se queda extasiado ante la diferencia, por lo que Puerto España, en cierto sentido, resulta tan fascinante como París.
Ahí hemos estado haciendo unos trámites, y nos hemos encontrado a otra compi colombiana de la facultad, aunque la verdad es que no andaba yo muy despierto, porque prácticamente no he podido dormir esta noche (aquí los mosquitos son tan grandes que cuesta distinguirlos de las personas). Hemos tenido la suerte de que Nicole (la vicedecana, otra gran persona que me ha tratado muy bien desde el inicio) estaba por allá y nos ha llevado de vuelta a la universidad (la ida ha sido en un famoso "maxi taxi", que es una especie de mini-bus donde por medio euro experimentas las mismas sensaciones que en la mejor montaña rusa).
En la facultad he ido por primera vez a mi despacho, que comparto con un brasileño (que está de vacaciones), y ha sido genial, la verdad es que hace ilusión ver tu nombre en la puerta. He estado explorándolo un poco (con el feliz resultado de encontrar una curiosa edición de Rayuela), y enseguida ha venido un tipo a ponerme en marcha el ordenador que me han asignado, y a darme las claves de mi nuevo mail laboral. Me han seguido presentando a compis de la facultad (realmente tengo que mejorar mi inglés, porque no les entiendo nada, problema que soluciono de la siguiente manera: agarro la única palabra que entiendo y me pongo a hacer un discurso sobre todas las cosas que rodean a esa palabra, con la esperanza de acertar a lo que me han preguntado. Ejemplo del sistema: "¿jamajamajama Spain jamajamajama?" "Pues sí, anteayer vine de España, y España ha ganado el mundial, y qué jamón serrano hay en España, y olé olé oye tú"). El más gracioso es uno que, como me presentan diciendo "viene de parte del Gobierno de España", me ha preguntado (no sé si de coña o no, lo decía todo serio): "¿y cómo está Zapatero?", y yo "pues bien, gracias" (y yo pensando: si quieres le doy saludos de tu parte..).
Luego me ha llamado Alejandra (otra colombiana muy majica o, como ellos dirían, muy bacana) y me he ido a comer con ella y con Nicole (ayer con Diego probé mi primer "roti", plato típico de acá que se caracteriza por comerse con las manos), y allí hemos estado alparceando (gran palabra que no olvido, Ledesma forever), hasta que ha empezado una de las famosas tormentas tropicales de este tiempo, momento que he aprovechado para hacer esta foto a la biblioteca bajo la lluvia:
Y ahí estábamos alparceando bajo cubierto cuando han pasado Tia y Shilpa (transcripción de los nombres entre muy y demasiado libre), una estadounidense y una hindú que conozco por ser amigas de Teresa (ayer estuvimos en la terraza de ella, mi vecina española, haciendo "liming", famosa palabra trini que significa "estar haciendo nada con amigos y cervezas"), dos chicas que están organizando un congreso muy interesante de estudios poscoloniales y que nos han ofrecido llevarnos a casa en coche, aquí la gente es así de majica, y hemos aceptado.
Y aquí estoy escribiendo de nuevo desde el internet robado a mi vecino hindú (o, como aquí dicen, "indio de la India"), y ya ha dejado de llover, así que me voy al super a comprar más cervezas para el siguiente "lime" (por cierto, los precios del super son increíblemente caros). Parece que la próxima semana tendré la primera visita, qué chévere, haremos una fiestecilla en casa para celebrarlo. Besicos!
PD: Saludos a todos de parte de mi iguana, que es el animal que me ha tocado en suerte en mi casa, con lo cual estoy muy de acuerdo, sobre todo comparándome con las "mascotas" de Teresa (cucarachas) y Diego (ratas)!
tú no dejes de alparcear que no puedes perder las buenas costumbres (y de paso, puedes inventarte alguna leyenda urbana)
ResponderEliminarMe encanta leerte, un besazo y sigue disfrutando así
Licenciado Guillermo! ¿Cómo podemos ver tu casa y a tus amigos caribeños en la tele? Qué guay, estás en el Zonobioma I, el comienzo de todo, el nuevo mundo. Descubrirás el secreto de la vida en esta aventura.
ResponderEliminar¿Te has adentrado ya en el mar? ¿Has visto los corales y los manglares? Si veo un manglar en mi vida ya me puedo morir a gusto.
Disfruta tanto como nosotros de leerte! Abrazos, abrazos.
Hola primo, soy Ruben!!! No dejes el blog pq me parece una idea genial, y ademas me ha gustado mucho como lo escribes. Espero seguir leyendo tus aventuras por TyT. Muchos abrazos!!!
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