martes, 28 de diciembre de 2010

Lo que hay


 "El taxista seguía con su exposición tan maravillada como rutinaria.

- ¿Hay algo en el mundo tan hermoso como Trinidad?

La pregunta le obligó a enderezarse y tropezar con la perspectiva de la Savannah circulante tras la ventanilla del coche.

- Sí."

Manuel Vázquez Montalbán, "La rosa de Alejandría" (cortesía de Tere).

lunes, 13 de diciembre de 2010

Amor/Odio: la isla (again)


“Hacíamos fiestas desenfrenadas y llevábamos ron y mujeres a Maracas Bay, donde pasábamos la noche entera.

- Te estás poniendo imposible –decía mi madre.

Yo no le hice caso hasta que una noche bebí tanto que estuve borracho durante dos días enteros. Cuando se me pasó la borrachera, juré no volver a fumar ni a beber. Le dije a mi madre:

- La verdad, no es culpa mía. Es Trinidad. ¿Qué se puede hacer aquí sino beber?”

V. S. Naipaul, “Miguel Street".

sábado, 11 de diciembre de 2010

Vacaciones en la isla

 Estos últimos días de vacaciones en la isla están siendo realmente intensos y, como dirían algunas, "tenaces", muy buenos. ¿Excelentes? No, no, no, no, no (en hispano-trini cinco "noes" equivalen a un "sí"). Como a la mayoría de vosotros os voy a ver en muy breve, ya os contaré en directo, que siempre es mucho mejor, y me limito ahora a poneros foticos de la semana.

 Por ejemplo del sábado anterior, creo que el origen de la semana fantástica: primero fuimos a un mercadillo indio (donde compré la mayoría de regalicos), luego a un "lime" en casa de María, Jairo y Nico:


 y luego a continuar la fiesta en la capital, Ariapita Avenue:


  Ya otro día, el lunes o así, me pasaron a recoger a la uni para ver el atardecer desde una montaña cercana a mi casa:

 Y luego, bueno, luego ya no me acuerdo (contexto: días antes habíamos celebrado con uvas y todo la nochevieja que daba paso a 1996, y nos volvió el espíritu adolescente!).

 Noche siguiente, martes de velitas, que es una fiesta colombiana, celebramos con la gente de ese país de una manera que puede ilustrar esta linda foto de María y Nico:


 Y después continuamos en casa de las chicas:


 Otro día. Acto de fraternización trini-cubana en el Queen´s Hall. Escenario perfecto para artísticas fotos "a la colombiana", de las que destaco:


 Y después a cenar en el Hyatt con algunos colegas del departamento:


 Y luego más días y cervezas y alegrías. Pero tardan mucho en cargarse las fotos y me da pereza.

 Os veo ya dentro de poquito. Hasta entonces!!!

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Algunas foticos

 Acabo de recordar el blog y descubrir que el número de entradas que escribo baja vertiginosamente a medida que pasa el tiempo aquí. Es normal, supongo, y buen síntoma de integración. Es lo que escribí en el capítulo de "La isla", que todo lo que pueda contar me sonaría como fuera de contexto. Y hablando de contextos, qué curioso el trinitario, cada vez me parece una isla más profundamente extraña, e incluso hostil, aunque con amigos y alegría intercultural todo se pone de colores. Hoy en clase les he hecho debatir sobre temas polémicos... y creo que siguen pensando que es broma que en España sean legales los matrimonios gays (aquí son muy conservadores, la homosexualidad es delito!), por no hablar del aborto, aunque al menos sí parecían mayoritariamente a favor de los preservativos (dentro del matrimonio, puntualizaba alguna). Y luego se pondrán a whinear al primer steelpan que escuchen...

 Luego estuve con mi gran amiga Lydia, quien me acaba de enviar el recorte del periódico "The Guardian" donde sale nuestra foto en el día de la cultura cubana (ella es la de mi derecha).


 Por cierto que para el siguiente semestre ya estamos planeando un programa de veladas culturales en diversas embajadas latinas. Una de ellas es Costa Rica, lo que me retrotrae al propósito de esta entrada: ya que no tengo muchas palabras que ofrecer, al menos algunas foticos de diversos animales ticos (el copyright de algunas de ellas es de María/Tito): Pumba, tucán, colibrí y conferenciante:





 Abrazos!

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Amiguicos


 Sobre los sucesos de este fin de semana no sabía muy bien en qué tono escribir, si divertido (seguramente fue la fiesta más loca desde que llegué a la isla, e incluso los problemas posteriores pueden tener su lado gracioso), o si preocupado (por esos mismos problemas, que resumiremos diciendo que tengo un club de fans, nada secreto, en el "compound", formado por vecinos poco conformes con mi espíritu festivo, y algunos buscadores de extraviadas zapatillas), pero finalmente, como casi siempre, me pudo lo tierno.

 Y por eso quería dedicar esta entrada a mis amigos de la isla, aunque mi "teletubbismo" no es tan fuerte como para ignorar que la mayoría va a leer esto, y me da vergüencica ponerme demasiado dulce, pero ya ellos saben. Ellos, que me ayudaron cuando surgieron los problemas, y que se preocupan insistintemente por saber si todo va bien. Es muy lindo sentir que formamos un grupo de amigos que vamos a ayudarnos en todo momento, sobre todo porque la mayoría somos extranjeros y porque, para qué engañarnos, este no es un país nada fácil (acabo de saber que ayer asesinaron a una estudiante al salir del campus de la otra universidad, la UTT, pero es que las historias violentas son constantes, y casi todos han tenido algún feo encuentro con pistolas y machetes y toda esa vaina).

 Pero no hay que vivir con miedo, sí con precaución, pero sobre todo con alegría y, para no salirnos del tema, sobre todo con la alegría de haber encontrado gente tan linda con la que, además de pasarlo bien, empezamos a formar algo así como una familia, y a ganar en confianza y cariño. Empiezo a ponerme cursi, mejor corto antes de que sea demasiado tarde y me salga el azúcar por las orejas!

lunes, 8 de noviembre de 2010

Costa Rica

  Parece que pensamos por contraste, nunca en las cosas por sí mismas (por sí mismas no existen) sino en relación con las otras, con los otros. Así Costa Rica, que para nosotros supuso una alegre revelación, una especie de regreso a casa, y nuestra casa el mundo latino. Ya no sólo por el idioma: estoy seguro de que si habláramos perfectamente en inglés, e incluso en perfecto trini, seguirían siendo distantes los caribes. En Costa Rica, cualquier encuentro daba pie a una conversación sonriente, en Trinidad para pedir un helado en una heladería debes ir protegido contra el mal de ojo.

  Y, en interrelación con esto (no se sabe cuál es la causa y cuál el efecto), la estructura de los lugares: en Costa Rica, como en España, hay un centro, una ciudad, la gente caminando, gritando "lotería", las cafeterías, los bares en la noche. En Trinidad, hay verjas, coches y centros comerciales. Y también naturaleza, cierto, pero haciendo función de vertedero. En Costa Rica, la naturaleza es, en general, muy respetada, y han sido suficientemente inteligentes como para hacer del "ecoturismo" una gran fuente de ingresos (por el contrario, en España los recursos naturales, como las playas, han sido destrozados para que los empresarios y concejales ganen mucho dinero a corto plazo).

 Y a la naturaleza que nos fuimos el primer fin de semana. Por cierto que en el segundo también planeábamos excursionar por el país, pero el amigo Thomas (el ciclón que también pasó por las islas del Caribe), y el ciclón del guaro (bebida nacional, véase adelante), nos hicieron permanecer en la capital. Total, que el primer finde fuimos a la zona del volcán Arenal, bosques tropicales y lluviosos, espectaculares, como se percibe en la fotografía "Springfield":


y donde era posible encontrar lindos animalitos (monos, tucanes, colibríes, lémures, jabalíes), y curiosa flora:


 la segunda foto, sí, de una araña en su tela. Y de vez en cuando toparte con una cascada:


 y el atardecer en el volcán (que está en activo, y al que se oía rugir y lanzar piedras:


  Y así de lindo fue el fin de semana primero, que disfruté incluso yo, a pesar de mi no muy desarrollado interés por la naturaleza y las caminatas. Con una noche de "Halloween" que, coincidiendo con el cumpleaños de Tito, celebramos muy a lo grande en el pueblo donde dormíamos, Fortuna, donde fuimos lindamente acogidos por la flora y la fauna local (por flora entiendo a los amables ticos -"tico" significa "costarricense"- con los que disfrutamos la noche, y por fauna al entrañable borracho del pueblo con quien también, de alguna otra manera, la pasamos). Por cierto, mención aparte para la discoteca local donde fuimos después del conciertillo, una discoteca donde las luces y la música iban a cámara lenta (!?) y donde, tras un intento de epatar a los ticos contándoles cómo se whinea en nuestra isla, contemplamos a las ticas whineando por delante y por detrás con un par de chicos cada una...

  De vuelta a San José (la capital) o, más propiamente, Heredia (donde dormíamos porque es la ciudad, muy cercana a la capital, donde está la UNA, Universidad Nacional de Costa Rica, que albergaba el congreso), nos juntamos con el resto de la delegación caribeña e iniciamos el congreso de estudios latinoamericanos para el que habíamos venido. Nuestro panel, el de "Literatura e insurgencia", nos quedó bastante bien, creo, y otro día, cuando las tenga, colgaré las fotos de nuestra actuación (donde yo di una ponencia sobre "el humor como arma subversiva en la poesía de Roque Dalton").

  Hasta aquí todo muy correcto e intelectual, con asistencia a ponencias y conferencias magistrales y qué listos somos todos. Un congreso internacional de postín, cómo no. Bien, y ahora en serio: ¿qué es un congreso? Pues una reunión de distinguidos (...) --) Parte censurada por consejo de mi insigne padre, que insiste en la incorrección de publicar las incorrecciones de los distinguidos.
   Esto fue lo que encontré en mi primer congreso vivido "por dentro", como profesor y ponente. Por supuesto, no se puede generalizar, no todo el mundo es así, habrá gente que se lo tomará en serio y realmente trabajará en favor de la cultura sin dilapidar el dinero público. De hecho, nosotros fuimos con una ponencia que nos curramos, con interés por aprender y gastando de nuestro bolsillo. Será porque somos principiantes, y no "distinguidos"...

 Y no puedo terminar el tema del congreso sin señalar el punto más alto del cinismo intelectual: (...) ---) Nueva parte censurada, en la que se discrepaba sobre el hipotético caso de que existieran eminencias que hablaran contra las oligarquías y los ricos mientras ricamente establecieran una oligarquía donde con dinero público invitaran a sus amiguitos a este tipo de eventos (como decimos, esto es una circunstancia hipotética que no tiene por qué coincidir con la realidad...

 Pero dejemos la parte negativa, y volvamos a los lindos días en Costa Rica. Casi todos los días bajábamos a la capital, San José, donde pasamos horas y horas mirando en librerías de primera mano (y comprando en las de segunda), curiosos libros de, sobre todo, literatura costarricense, de la que prácticamente no conocíamos nada. Y también en calles, cafeterías, cines (fuimos a ver una película tica, "El sanatorio", muy curiosa en su cutrez extrema) y demás. Por cierto que uno de esos días era el cumpleaños de María, que celebramos con alegría la delegación caribeña, como vemos en esta foto:


  Pero lo que realmente hizo que la estancia josefina brillara con toda su fuerza fue encontrar un bar que, ya desde su nombre ("Rayuela") prometía grandes cosas, y que las cumplió tan intensamente que nuestros dos últimos días en Costa Rica prácticamente giraron en torno a ese bar, a su cerveza Imperial y a su guaro (la bebida nacional, que se toma como tequila, con limón y sal). Noches geniales, con gente también genial (sus dueños resultaron ser poetas que conocían personalmente a algunos otros españoles), y camareras entrañables. En la foto, un momento con María en nuestra mesa, bajo la advocación de Cortázar:


 El punto fue que el bar tenía una gramola, donde podíamos seleccionar canciones, lo que dio pie a etílicas "performances" muy divertidas, con al menos dos tandas reseñables: una con canciones que nos gustaban (bailar "La ingrata" de Café Tacuba como corrido mexicano), y otra de terrorismo musical (seleccionando y cantando con alegría canciones como "Antes muerta que sencilla"). Y regresos memorables a nuestro hotel, como da una idea esta foto, enseñando al señor taxista nicaragüense los bailes folklóricos españoles:


 Eso la última noche, en la que apenas dormimos quince minutos antes de ir al aeropuerto.

 Cuando pasamos por Panamá, de regreso a la isla, y nos ofrecieron degustar un roncito, aún seguíamos con espíritu rayuelístico. Lástima que Tito, en un ataque de furibunda responsabilidad, nos impidió llenar nuestros vasos con el guaro de la botella que acababa de caerse al suelo...

lunes, 25 de octubre de 2010

Lime de Guiness!

 Al menos para mí, aunque Trinidad promete más todavía. Hoy, 15 horas de lime seguidas, nada mal. Empezamos como al mediodía, en el momento de estas fotos, cuando habían llegado los primeros invitados, y empezamos el picinic, tranquilos y felices juntos:


 Ahí arriba la foto que les hice en el jardín de nuestro "compound", entre la casa de mi amada vecina (Teresa) y la mía, que es la que se ve al frente. Como siempre, bien intercultural: españolas, colombianos, trinitarios, irlandés, francés... y esto parece una carta de cafés o una página de contactos. Y los primeros niños en la foto de ahí abajo, donde veis en el cochecito a mi querido Nicolás (el otro día, contándole un cuento para dormir de su libro favorito, estaba yo traduciéndolo al español -él es bilingüe, pero yo no!- y cada vez que me equivocaba me saltaba a corregirme, jaja, tan mono él:


 Y luego empezó a venir el resto de la gente, como con 4 horas de retraso, con más comida y más bebida, y ahí seguimos hasta tarde, hasta bien tarde, con baño final en la piscina incluido. Y luna llena. Y las palmeras así como del Caribe. Y tan linda la tarde, y la noche, y esta gente, por eso. Es bueno asombrarse todavía.

sábado, 23 de octubre de 2010

La isla (o: Por qué ya casi no os escribo)

 
 Esta noche de sábado, en que se produce la conjunción planetaria de no estar saliendo, y de haber decidido ni corregir exámenes ni darle más vueltas a la ponencia de Costa Rica (sobre "el humor como arma subversiva en la poesía de Roque Dalton"), me he quedado a solas con el ordenador (y con el aire acondicionado, y con una botella de Mountain Dew, y con un geco que trepa por la pared de mi habitación), y he pensado: es el momento de escribir a la gente "del otro lado", a vosotros, que estáis lejos. Y de repente me he dado cuenta. De que no escribiros no es sólo por culpa de la falta del tiempo, de que hay algo más, y no sé si es triste o qué.

 Y es que vivo en una isla, y está rodeada de agua por todas partes. Quiero decir, estoy tan metido en la vida isleña, y es tan distinta, y tan cerrada, que no encuentro el hilo que la conecte a mi vida europea. Es decir, aquí cada día sucede algo, y esos sucesos, y las personas protagonistas, están todas relacionadas entre sí, pero no tienen ninguna conexión con nada ni nadie de "ahí afuera". Entonces, ha llegado el punto en que sería demasiado largo y farragoso ponerme a contar o que, si me limitara a alguna anécdota, no tendría mucho sentido sacada de su contexto, y quizás tampoco tendría mucho interés para alguien de fuera.

 Entonces, ¿cómo escribir un mail a un amigo (por ejemplo, a quien ahora me estés leyendo)? ¿Qué podría contarte? Creo que sólo serían frases tan generalistas que me sentiría como en una conversación de ascensor, y hace meses que no me subo a un ascensor...

 Quizás porque el hecho de que esté tan integrado aquí ha supuesto una especie de "corte" natural. También hoy me he dado cuenta de que en Trinidad casi nunca hablo de mi vida anterior, es como si estuviera tan lejos. Quizás por eso mismo, por la plenitud que vivo en la isla (incluso en el sentido literal, es decir, mi vida ya está casi llena con la isla), y por sentirme aquí realizado, completamente yo. Es algo que no me pasó antes, por ejemplo en París ni en Varsovia. No se trata de que sea mejor mi vida en Trinidad (que lo es), sino de que aquí está más completa, seguramente porque tengo un trabajo que realmente me motiva y una vida que, gracias a toda la gente que me rodea, es real en sí misma.

 Lo cual no significa que las cosas (o, más bien, las personas) del otro lado no sean importantes, incluso muy importantes, sino que están como (y sin el "como") en otra orilla, otro mundo, otra dimensión de la existencia, también real, pero distinta. Tan distinta que a veces me da miedo volver a España de vacaciones, en el sentido de que sería como, no sé, ya sabéis, muy raro. Lo mismo (bueno, lo mismo no será, pero para entendernos) que podían sentir los protagonistas de "Lost" al volver a sus países...

 Y lo más curioso es que recuerdo esa misma sensación cuando conocí a Teresa en Madrid (ya no sé si me lo invento retrospectivamente, pero así lo recuerdo). Quiero decir, ella acababa de volver a España para las vacaciones, y nada más aterrizar, más que reencontrarse con su gente, parece que necesitaba hablar de la isla, como si estuviera tan, literalmente, "encantada" con la isla que no pudiera cortar los lazos que la ataban, que la atan...

 Ay, la capacidad de mitificar que tienen las palabras, uno se pone a escribir y, ya ves.

 Pero es cierto lo que estaba contando, o al menos es cierto que lo siento. Así que: lo siento, si no os escribo, si no te escribo, que no es por desidia ni olvido, sino porque, por mucho internet que haya, estoy en la pinche isla de Lost, o de Trinidad (y Tobago ya lo dejamos para noviembre).

 Y al final resulta que te acabo de escribir, aunque sea asi, de forma abierta para todos, para que sepas que igual me importas y espérame cuando vuelva, de una forma u otra, a la otra orilla.

miércoles, 13 de octubre de 2010

12 de octubre en Trinidad

 Como bien sabéis, ayer fue 12 de octubre, una fecha emblemática para varios de nosotros sobre todo porque son las fiestas del Pilar, además del día de la hispanidad (con todas sus curiosas variantes hispanoamericanas, como "día de la raza", "día del encuentro de culturas" o "día de la resistencia indígena"). Aunque aquí lo que se celebra es el "National Day of Spain", por lo que nos invitaron a una recepción en casa del embajador (cada vez que digo esto me imagino a la Presley con los Ferrero Rocher). La verdad es que ninguno llevamos cámara, así que la única foto que puedo mostraros es la de la invitación:


¿Y cómo son estas cosas? Pues la apertura de Internet -y mi padre- me obligan a ser cauto y ceñirme a lo objetivo, sin entrar en jugosas observaciones personales. Se trata de un conjunto numeroso de personas muy elegantemente vestidas que van saludándose y sonriendo por doquier. Había ministros trinitenses, otros embajadores, otras personas que consideraron representativas de algo, y también españoles (los de la Embajada-Repsol y nosotros, los profesores de las universidades). También, y no menos importante, había dos barras de bar y, se rumorea, algunos camareros que iban ofreciendo algo de comida.

 Se tocaron varias cosas, como los himnos de ambas naciones, y el embajador dio un discurso donde, todo hay que decirlo, habló de nuestra labor y de su intención de abrir un Instituto Cervantes en Trinidad. No miento si digo que los de la Embajada se muestran siempre muy cercanos y atentos con nosotros. Pero uno, qué le vamos a hacer, no está muy hecho a formalidades y comentarios del tipo "yo creo que ________ (rellénese con cualquier tema o personaje) tiene aspectos positivos y aspectos negativos", a excepción de cierto mandatario hispanoamericano que, según parece, sólo tiene aspectos negativos.

 Como la recepción acababa muy temprano, las 9:30, y no estábamos por la labor de irnos a casa, continuamos un ratico más en la famosa "Ariapita Avenue", tomando unos tragos, lo que acrecentó mi proceso de nazificación con las alumnas esta mañana. Bueno, en realidad estoy pasando a otro tema, pero que se ha convertido en el central de mis días, en mi mayor preocupación. Y es la caída en picado del nivel educativo en las universidades de todo el mundo. Y parece que la mía, la UWI, se ha visto muy afectada en los últimos años por un proceso que, por otro lado, es global: la masificación, resultado de ciertos intereses políticos (gobernantes que se vanaglorian del aumento de licenciados y de universitarios, aún a costa de convertir las universidades en guarderías), unido al desprecio por las humanidades (hay directivos en la universidad que pretenden unificar las Filologías con el centro de enseñanza de lenguas, como si fueran una misma cosa, pensando que, total, las lenguas sólo sirven para que haya intérpretes y traductores en las reuniones comerciales).

 El nivel de los alumnos de primero del "Spanish Degree" (equivalente a "Filología Hispánica") es desolador, aunque haya claras excepciones. Y lo más preocupante no es el nivel de conocimientos, sino la poca o nula responsabilidad y espíritu de trabajo que tienen. Hoy una alumna se sorprendió por decirle que las que dejaron en blanco la mitad de las tareas obligatorias estaban suspendidas en la nota de las tareas, mientras que otra batió el récord del humor absurdo. La pregunta era:
 -Si alguien te dice "Cuando viajaba a España, conocí a mi marido", ¿Dónde piensas que lo conoció? ¿Por qué?
  Con dos respuestas posibles: En el avión u otro medio de transporte, porque el imperfecto de "viajaba" indica que no terminó la acción de viajar. O: En España, porque el imperfecto indica que era un hecho habitual para ella viajar a España.
   Pues bien, su respuesta fue: Conocí a mi marido en Francia, porque es un lugar muy romántico.

 ¡Olé! Y a veces me parece que la consigna sea: "como son poco trabajadoras, vamos a hacerlas trabajar poco; y como son bastante inmaduras, vamos a entretenerlas con actividades infantiles". Cuando, obviamente, debe ser todo lo contrario, precisamente porque queremos ayudarlas, y que den lo mejor de sí mismas, en la carrera y en la vida. Es curioso cómo se tiene por retrógrado, además de monstruoso, al profesor exigente, cuando lo retrógrado es permitir que se hundan las humanidades mientras se entretiene a las nenitas en universidades-guarderías para que salgan perfectamente acríticas y dispuestas a creer en nuestra amiga la publicidad: en 30 segundos, y sin esfuerzo, sé feliz comprando Coca-Cola. Y luego viaja a Francia a enamorarte de mi marido.

sábado, 9 de octubre de 2010

Teatro

 No sólo se pasa la vida caribeña de "lime" en "whine", casi al contrario últimamente, me siento estresado de tanto trabajo, y realmente las 15 horas semanales (10 de clases, 3 de teatro y 2 de despacho) se multiplican exponencialmente (aunque también es cierto que en la UWI es difícil diferenciar el trabajo de la vida social). Así que ya he tenido que sacrificar algunos "limes", por ejemplo hoy mismo, viernes, para hacer trabajo pendiente (preparar clases, corregir las tareas de 50 alumnos, preparar la ponencia sobre Roque Dalton para el congreso de Costa Rica -país donde finalmente pasaremos 9 días-, etc.).

 Pero hay veces en que el trabajo te llena de alegría, y en ese sentido uno de los mejores días fue el jueves, primera sesión de teatro. Ya tenía muy buena pinta lo de tener que encargarme del teatro en español (con la inestimable ayuda de mis amadas colombianas), es decir, preparar una obra a lo largo del curso con algunos estudiantes para finalmente representarla en un festival de teatro caribeño en Jamaica -con una previa en Trinidad. Pero lo del jueves superó mis expectativas.

 Necesitábamos cinco estudiantes, y acudieron a la llamada quince, pero no quince cualquiera, sino unos chicos realmente participativos, divertidos y con muchas ganas de actuar, que no tenían vergüenza en ningún tipo de actividad, por muy loca que fuera, y que además lo hacían muy bien. Tanto que ahora mi miedo es que llegue el momento en que tengamos que rechazar a alguien, ya que la UWI sólo paga a cinco estudiantes para Jamaica (y, por desgracia, un solo responsable, así que se quedarán en tierra mis queridas colos...).

  El ejercicio estrella de la tarde era imitar un fragmento de telenovela que pusimos, donde la amante mata a la esposa y luego el marido la encuentra muerta. Y, para ser improvisado, es increíble lo bien que lo hicieron. Lo grabamos en vídeo, por aquello de darles un "feedback", y lástima que tarden tanto en cargarse, porque en toda la noche ni he conseguido subir un solo video, así que os tendréis que conformar, al menos de momento, con dos fotos cutres: la primera, de los estudiantes/actores tomando nota de la escena, y la segunda del primero de los grupos ensayándola antes de subir al escenario:


sábado, 2 de octubre de 2010

Hijab


 Suele ser una frase hecha la de que uno aprende mucho de sus alumnos. Pero a veces es rotundamente cierta, y no sabía hasta qué punto. Pero ayer en clase, donde tocaba el tema de las diferentes culturas y formas de vida, algunas alumnas, muy especialmente las musulmanas, me ayudaron a entender fuertemente no sólo su cultura sino, sobre todo, hasta qué punto mi mente había sido eurocentrista hasta entonces.

 El contexto de los musulmanes en Trinidad no es muy distinto del de Europa, ya que también aquí son una minoría (no llegan al 10%) bastante incomprendida. Aunque esta es una sociedad mucho más conservadora y religiosa (dominando los cristianos, entre los afro-trinis, y los hinduistas, entre los indo-trinis), también aquí resultan muy aplastantes las imposiciones culturales del capitalismo occidental. Y esta cultura capitalista, absolutamente dominante en Europa, nos ha llevado a la idea de que una mayor libertad implica un mayor libertinaje ("fast sex", usar y tirar, comprar otra pepsi, no pensar demasiado), olvidando el hecho de que una mujer puede libremente querer llevar el velo (lo que, además, supone hoy una forma de rebeldía contra los valores dominantes, contra la imposición de que la mujer debe enseñar su cuerpo, que además debe ser medidamente delgado y canónico).

 Así, hemos llegado a pensar que la liberación de la mujer pasa por quitarse la ropa (curiosa forma de luchar contra el machismo), y que pobrecitas las musulmanas que se ven obligadas a llevar velo... A mí, la verdad, me parece mucho más sumisa la actitud de seguir las consignas que nos venden continuamente los publicistas y programadores, unas consignas que, no por casualidad, favorecen muchísimo a los poderosos.

  Si lo que define a la izquierda es la lucha contra los poderosos, creo que cualquier movimiento liberador tiene que luchar contra quien realmente hoy nos oprime, que no es ya la iglesia franquista (seamos serios, ¿qué porcentaje de jóvenes españoles se reprime hoy en día para llegar virgen al matrimonio?), ni ninguna instancia similar, al menos en España. Su tiempo de gloria ya pasó, por suerte. Tanto es así que hoy en día (y toda lucha debe anclarse en un contexto concreto) muchos de los valores habitualmente denominados "conservadores" han devenido revolucionarios. Por ejemplo: el esfuerzo, la lentitud, la fidelidad.

 Las clases dominantes, que se ríen (con toda la razón) ante los niñatos que les compran camisetas del Che Guevara para parecer revolucionarios, empezarían a tener miedo si esos mismos adolescentes decidieran empezar a estudiar.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Aclaración

Que nadie me juzgue demasiado por el post tan egocéntrico y pretencioso de ayer, escrito con el subidón del cumpleaños, que ya ha bajado, y ahora lo leo y digo: ¡carajo, cómo odiaría al tipo que ha escrito esto! No me gusta borrar nada, pero espero que, como ya me conocéis (y juro que no es que haya cambiado en la isla), que sepáis que, por más que intente epataros con fotos de whinings (cuando lo más lindo del cumple no fue eso, sino la amistad de la gente, menos espectacular pero más valioso), sigo siendo el mismo tipo torpe y tranquilo que se iría corriendo ante el ataque de una mujer que llevara menos que bufanda y gorro de invierno. Y Sigur Ròs sigue siendo, cambiando de isla, mi grupo favorito...

domingo, 26 de septiembre de 2010

Cumpleaños total!

 Hubo felices precedentes, todavía recuerdo la noche de París, pero puedo decir que la de ayer fue la mejor fiesta de cumpleaños de mi vida. Una fiesta con mucha gente, pero sobre todo con mucha gente que de corazón quería que viniera, y vino, e incluso algún invitado ilustre, como Ciro Guerra, preseleccionado para los Óscar por su película "Los viajes del viento".

 Sería inenarrable, así que mejor voy a componer un relato con imágenes. Primero, del inicio. Llegada de las lindas a mi casa (donde lo celebramos). Con Johanna, Ruth (colombianas) y Lydia (trini), una amiga valiosa:

 Pero para valiosas amigas, mis amadas colombianas, que tanto me ayudaron y me alegraron ese día y muchos más. Aquí las vemos en la cocina preparando las cosas para picar, y el caldo colombiano, con Tito (otra valiosa ayuda) y Cedric, asistente francés nuevo en la UWI, que promete grandes momentos:


 Los inicios de la gente charlando tranquilamente, mientras tomabámos unas cervecitas y/o ronsitos, en la terraza de casa, expandiéndose hacia el jardín (aunque no se cumplió mi sueño de acabar en la piscina...):

 Y, ya un poco más animados, con los invitados que ocupaban la otra entrada de la casa:


  Pero ni en un lado ni en el otro se cocía el plato fuerte de la fiesta que fue en (no, en las habitaciones, no), en el salón, donde estaba la música más potente. Iniciando con bailes folklóricos:


A lo que siguieron diversos tipo de bailes latinos:



Pero quizás lo que mejor ejemplifique la esencia de una fiesta trinitense sea el famoso "whine". Y, para mostrar lo que es, me valdré de las siguientes dos imágenes del pasado jueves en Araipita Avenue, Puerto España, whineando con Anastasia, trini de pro:




 O con Johannita:


 Y, bueno, en la fiesta de ayer, quién no whineó con quién? Ejemplifiquemos con Diana y con Tia:




 Así son las danzas tradicionales trinitenses, tal que la jota o el chotis. Pero, ojo!, no intenten hacerlo en sus culturas! A pesar de todo lo llamativo que nos parece a los extranjeros, "whinear" mientras escuchas "soca" es tan normal como en Europa hacer que tocas la guitarra mientras escuchas "rock". Imaginaos la nula connotación de este baile más allá del baile: mientras estaba whineando con esta última chica, Tia, nos miraba sonriendo Keilyn, su marido, de 2 metros de alto y 3 de ancho y muy majo, por cierto. En fin, que creo que whineé hasta con el susodicho Keilyn!

 Y esta mañana me he levantado con el miedo a bajar al salón y contemplar las consecuencias de tan tremenda fiesta, con la posibilidad de encontrar algún borracho rezagado, pero todo estaba en orden, en un orden donde se distribuían más de cien botellas de cerveza y varias más de ron... Y con el miedo de ver el video que me grabaron mientras "bailaba" (o, mejor dicho, "performaba") mi famosa "Pipe" (la de "desde ahora vendo tuberías, ¿cuántos metros de tubería quieres?"), gritando en inglés y luego intentando innovar con un pasodoble whineado...

 Pero lo que sucedió es que regresaron las chicas, y con un pastel de cumpleaños:


 redondeando un cumpleaños feliz.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Venezuela, Colombia, Costa Rica... viviendo Latinoamérica en Trinidad!

 Siempre digo que lo de la UWI es increíble, que uno sabe cuándo entra pero no cuándo llegará a casa, pero lo de hoy ha llegado a extremos realmente rocambolescos y felices. Hoy, con toda la resaca de ayer, pensaba ir simplemente a ver una película colombiana en plan tranquilo, y pronto a casa... y he acabado en una fiesta nocturna en casa de la embajadora de Venezuela!

 Pero retrocedamos un poco en el tiempo. Vayamos, por ejemplo, a la reunión de nuevos lectores que hubo en Madrid a principios de junio, donde conocí a María, la lectora de la UTT, y a tantos otros jóvenes que habían seleccionado para ir a dar clases a universidades de todo el mundo. Allí, una de las preguntas más típicas era "¿y tú por qué pediste la plaza de Kazajstán/Malasia/Burundi/Trinidad y Tobago, etc?". Cuando me tocaba responder, siempre decía lo mismo, que había elegido el Caribe por su cercanía con América Latina. Y, desde luego, no me equivoqué. No sólo porque el Caribe sea una zona de carácter muy latino (y con países directamente latinos, como Cuba, Haití, etc), sino porque aquí hay mucha conexión con nuestros países, sobre todo con Venezuela y Colombia. Y, en consecuencia, mucha gente interesada en nuestra lengua y cultura.

 Y, directamente, muchos latinos viviendo en la isla. Ayer, primera noche en "Ariapita Avenue" (famosa calle de Puerto España llena de bares para salir por la noche), y qué noche gloriosa, conocí a bastantes latinos, y no sólo latinos, y entre todos logramos componer una noche realmente divertida (incluyendo, sí, el famoso whining). Y hoy empezaba el día con resaca y paracetamol, pero estaba interesante el plan de ir a la UWI a ver "Los viajes del viento", película colombiana preseleccionada para los Óscar, y que tenía algunas cosas realmente interesantes, como la fotografía o la escena del duelo de acordeonistas. Había venido también el director de la película, Ciro Guerra, y... ya tengo otro invitado para la fiesta de cumpleaños de mañana sábado!



 Y en esas estaba cuando me llama un compañero/profesor, director del Centro de estudios de Latinoamérica y el Caribe en la UWI, para ir a otra película, esta vez venezolana, en Puerto España (este auge de películas está enmarcado en el Festival de Cine de T&T, muy activo, que se celebra estos días). Total, que no podíamos pasar porque presuntamente se habían acabado las entradas, cuando entra en escena la embajadora de Venezuela, a quien me presentan, y que nos consigue las entradas y, además, nos invita a ir luego a una cocktail-party en su casa con el director y las actrices (que, según me dijeron las colombianas, son muy famosas por allá).


 Y allí que fuimos, en ese tipo de "fiestas" donde se está bien, claro, charlando con una copa y unos canapés, pero donde no es posible el whining y el desmadre, ni los comentarios políticamente incorrectos (que uno, a veces, está muy tentado, y no sabe cómo contenerse... La película, por supuesto, buenííísima, en ningún caso pensaría que parece una telenovela cursi-tonti...). Y fue ahí donde, hablando con el embajador de España, confirmé una sospecha que albergaba tras ver un extraño corte en una película, y es que los filmes tienen que pasar por la censura antes de exhibirse en Trinidad. Así que, aunque le contamos nuestra idea de hacer un ciclo de cine español, queda claro que, o excluimos a Almodóvar, o sus películas se convertirán en cortometrajes de 20 minutos protagonizados por curas impolutos y muchachotes que muestran una sana camadería varonil...

 Entonces, Colombia, Venezuela... ¿y por qué Costa Rica?


 Pues por razones más directas todavía. Y es que parece que iré a un congreso de estudios latinoamericanos que se celebra en la UNA (Universidad Nacional de Costa Rica) la primera semana de noviembre, dentro de la delegación de mi universidad, la UWI (University of the West Indies, para los despistados) que, por su parte, recibirá (recibiremos, espero) a las delegaciones de los otros países en el congreso que se celebrará aquí en el 2012. La verdad que es una oportunidad increíble! Nosotros estaremos ocupados del tema "Literatura e insurgencia", enfocado en las guerrillas mexicanas de los años 60-70.

 Y eso es todo, no poco, por ahora. Mañana, sábado por la noche, la gran fiesta, con cerca de 50 invitados, lo que sólo encuentra antecedentes en un cumpleaños-botellada en un parque que organicé hace ya diez años. Pero, en este caso, hay que decir que la fiesta gana mucho en variedad, ya que habrá gente de todas las edades (aunque predominen los cercanos a los 30), profesiones (predominando los profes universitarios), y nacionalidades (aquí sí que no hay predominancia de ningún país, habrá españoles, venezolanos, colombianos, trinitenses, tobaguenses, británicos, brasileños, franceses y todavía más...). Ya os contaré!

viernes, 17 de septiembre de 2010

Homenajes

 Primero, quería homenajear a nuestras chicas de la selección, que hoy ganaron 2-1 a Brasil el partido de cuartos de final del Mundial, y nosotros que las fuimos a ver a Couva, tenaces con España a pesar de la inferioridad numérica en las gradas: todos los trinis iban con Brasil, como lo apoyaban en el mundial masculino que finalmente también ganamos (el hecho de que muchas de mis estudiantes aseguraran haber animado a España, creo que se deriva del clásico fenómeno del peloteo...). Y aquí que las vemos:



También mi más sentido homenaje al segurata de la puerta del estadio al que, como nuestras entradas las tenían los de la embajada, que ya estaban dentro, bastó con decirle un macarrónico "es que we are from the spanish embassy" para que nos dejara pasar sin entrada ni ná... Y un homenaje a nosotros mismos que, poco después de reconocer a la chica con la que más habíamos hablado en la recepción de la pasada semana, vimos cómo esa misma chica se metía un gol en propia puerta... Pero tan mal fario no daremos cuando ganaron el partido! Así que esperamos que lleguen a la final el próximo sábado, en Puerto España, partido que iríamos a ver con alegría poco antes de la celebración de mi cumpleaños en Trinidad, ya pleno de gente con quien compartirlo.

 Y en realidad de eso quería hablar, de la gente en Trinidad, que son en realidad los que hacen que mi estancia aquí (que justo mañana cumple un mes) esté siendo tan maravillosa. Desde los estudiantes (hoy me divertí mucho con ellos hablando del "whining" en una clase totalmente improvisada para la que no había programado ningún profesor, y yo que pasaba por ahí me metí a darla) a los amigos trinis (unos que sospecho que viven en el CLL, el edificio de la UWI donde doy clase, porque no hay momento en que no los vea dentro!), pasando por los españoles en el mundo (ayer volví a ver "Españoles en Trinidad y Tobago", y es increíble cómo de repente lo que era un exótico programa se ha convertido en mi vida cotidiana, y sus protagonistas en mis compañeros y amigos) y las colombianas, pero como sé que leen en blog, me da "pena" ("vergüenza") escribir, pero ellas/ustedes ya saben...

 Homenaje también para la segunda persona del plural ("vosotros") y para el pretérito perfecto, antes de que finalmente desaparezcan de mi vocabulario arrasados por la maléfica influencia hispanoamericana... desde esta isla iniciaremos una tenaz reconquista del continente!

 Y homenaje para las personas que más me han hecho reír desde que llegué acá, unos personajes que conocimos esta noche en el bar que frecuentamos ("Staff Social Club"): un gringo-boliviano tan borracho que era absolutamente ininteligible en cualquier idioma, un afro-trini absolutamente convencido de que yo era su amigo y que ayer estuve de borrachera con él (es que los trinis piensan que en su isla hay UN solo blanco, y si un día se hacen amigos de un chico blanco, automáticamente piensan que todos somos ese amigo), y un gringo que casualmente resultó ser ESE amigo blanco que ayer se emborrachó con el afro-trini... Y todo esto envuelto en las brumas de un concepto trini: "bi-curious", que designa la moda de liarse con gente del mismo género, porque lo creen más moderno, y que me vino a la mente al darme cuenta de que no era que me estuvieran hablando para acercarse a mis amigas, como de costumbre, sino que me estaban hablando, e incluso invitando a cerveza, por mí mismo...

lunes, 13 de septiembre de 2010

Chacachacare

 Y empezamos la nueva entrada con una clase, que no de español, sino de geografía:


para que un poco os orientéis en la isla, no sea que vengáis de sorpresa y no encontréis mi pueblo! Primero, vivo en la isla grande (Trinidad), en una "ciudad" (?) llamada St. Augustine (pronúnciese, por algún incomprensible motivo, "Santacastin"), donde está la UWI, justo a la izquierda de Tunapuna, que sale en el mapa. Como veis, no muy lejos está la capital, "Port-of-Spain" ("Puerto España", para los amigos), y la islita más al oeste, que se llama "Chacachacare" (en serio!), es donde fuimos de excursión ayer domingo los españoles. con un grupo de senderismo.

 Aunque ya sin el doctor Mon, tristemente regresado a la madre patria, con la anécdota aeroportuaria de que, estando esperando a que Mon facturase, me vino un secreta, cosa a la que, por algún extraño motivo que, según mi abuela, está relacionado con la largura de mi pelo, estoy acostumbrado. Pero el procedimiento común (en España, París, Londres...) era que me pidieran el pasaporte, lo abrieran, me miraran amenazantes, llamaran para comprobarlo, me cachearan en algunos casos, y finalmente me dejaran irme como perdonándome la vida. Nada que ver con el policía trini. Su procedimiento fue: pedirme el pasaporte, pero ni abrirlo, empezar a conversar conmigo, sacarme el tema de la comida trini, luego el de las mujeres trinis, luego el del whining, luego mostrarme cómo mover las caderas si una trini me pone el culo delante... y así hasta que volvió Mon y le saludó pensando que era un amigo mío... Esto es Trinidad...

 Pero volvamos a la excursión del domingo, y bien documentados. Aquí vemos a Teresa, María y Tito en la lancha que nos iba a llevar a la isla de Chacachacare:



Una vez llegados, fuimos ascendiendo por la selva (aunque con la música "soca" de fondo, presente hasta en el más remoto punto del país) hasta llegar al faro, desde donde nos veis a los cuatro en esta foto, con Venezuela al fondo:

 Y hablando del país vecino, el que nos explicó la isla pensaba que éramos venezolanos (aquí los que hablan español son muy mayoritariamente de Venezuela o Colombia) pero, al saber que éramos españoles, nos preguntó si nos habíamos ofendido por haber rajado de la conquista española... como si Colón fuera nuestro primo hermano...

 Bueno, el caso es que, después de un baño en el mar y un pequeño descanso, seguimos ruta por la selva. Y cuando digo selva, me refiero a la selva:


Y si digo que era el paisaje de "Lost", me podéis creer hasta las últimas consecuencias... entendiendo como "las últimas consecuencias" el hecho de encontrar un búnker en mitad de la selva:




Y, ya puestos, no hay de qué extrañarse si, en el camino, encontramos algo así:


  Pero, para no ponerme demasiado misterioso, diré que ambas cosas tienen su explicación. La primera, en que acá estuvieron los gringos, con su habitual contribución al desarrollo de carreteras y autovías hacia la guerra total. Y la segunda, en que acá estuvieron las monjas, con su habitual contribución al... a qué carajo contribuyen las monjas!?

 Y foto final en lo que era el convento de monjas con, cómo no, al fondo el mar:

  La risa de ellos, por cierto, era por mi torpeza al pedirle que nos hiciera una foto a la misma mujer de mala hostia que ya nos había hecho la anterior. Mi cara de miedo responde al mismo hecho. 

  Acabamos en una cala, almorzando y bañándonos en el mar Caribe, y con una nueva duda trini-existencial: ¿por qué carajo casi todos los trinis se bañan vestidos!? La primera hipótesis era: por pudor. Pero, entonces, ¿cómo se explica que unas horas después estén poniendo las chicas el culo en la cebolleta varonil y moviéndola en una suerte de baile? Cuando estábamos pensando en la posible radioactividad del agua, o que quizás los negros tenían miedo de ser más negros con el sol y que adquirieran un color hasta ahora desconocido, nos descolocó del todo el hecho de que los propios guías se bañaran no sólo con camiseta y pantalón, sino incluso con zapatillas y calcetines largos. Su respuesta al preguntarles:

 - Porque así no hay que hacer el esfuerzo de quitarse la ropa...